El Plan de Competitividad Turística “Águilas, el Mar y la Pesca” es un proyecto cofinanciado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Águilas, que nace con el fin de crear un nuevo producto turístico, basado en la pesca tradicional y la cultura marinera local, que otorgue singularidad y diferenciación a la localidad respecto a otros destinos y desestacionalice, diversifique y complemente la oferta genérica de turismo de sol y playa de Águilas.
El Plan proviene de un convenio entre el Instituto de Turismo de España, la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, el Ayuntamiento de Águilas y la asociación empresarial Consorcio Turístico de Águilas.
“Águilas, el Mar y la Pesca” ha desarrollado un programa basado en la colaboración público-privada que integra a las diferentes administraciones participantes y al sector empresarial, poniendo en valor el patrimonio cultural para crear un producto temático que vertebre los excelentes recursos culturales y naturales de alto potencial de la localidad con la oferta de servicios turísticos.
Este proyecto contempla la ejecución de actuaciones encaminadas a la puesta en valor de la pesca, las tradiciones, el mar y sus recursos, con vistas a la creación de un nuevo producto turístico que de a conocer la pesca y la cultura marinera local, como una oferta turística experiencial.
Entre las numerosas actuaciones que contempla el Plan de Competitividad Turística “Águilas, el Mar y la Pesca” está la denominada “Embellecimiento de la 1ª Planta de la Lonja de Subastas” en la que nos encontramos, que consiste en la creación de espacios expositivos y la musealización del nivel superior de la lonja desde la que se puede visualizar la subasta del pescado.
Esta actuación, contempla la habilitación de los espacios existentes para la visita turística, con la instalación de pantallas táctiles, a través de las cuáles el visitante podrá conocer toda la información relacionada con el sector pesquero aguileño y su influencia en el desarrollo económico y social de la localidad.
Para ello se ha creado la aplicación denominada “Pescaweb” a través de la cuál nos sumergiremos en historia de la pesca y del Puerto de Águilas, los artes de pesca, la flota pesquera, los tipos de capturas, así como las aplicaciones de estas en gastronomía.
La Cofradía de Pescadores de Águilas es una entidad sin ánimo de lucro y de ámbito local.
Su finalidad es la de representación de los intereses económicos y sociales de sus afiliados, los pescadores; siendo su función principal la gestión de venta de las capturas realizadas por las embarcaciones afiliadas.
Por otra parte, se ofrece a los cofrades una serie de servicios, tales como: suministro de hielo para la conservación de los productos pesqueros, de combustible, así como en temas fiscales y laborales.
La sede de la Cofradía de Pescadores de Águilas se encuentra en la primera planta del Edificio de la Lonja de Subastas del Puerto de Águilas, que cuenta con unas de las instalaciones de este tipo más modernas del litoral español.
Situada junto al Puerto Pesquero, en este moderno edificio de hormigón, vidrio y acero, se lleva a cabo diariamente la subasta y venta del pescado fresco procedente de la flota amarrada en su dársena.
Dispone de sala de subastas y de zona de venta al público, cámara frigorífica, almacén, y cuenta con cafetería en su parte superior desde donde disfrutar de unas magníficas vistas del Puerto, la Bahía de Levante y el Molino de Sagrera.
Existen dos tipos de espacios sirvientes que rodean la sala de subasta, los de tipo industrial o tratamiento de pescado, que se ubican a lo largo de la crujía norte, y los de tipo administrativo y de atención al público que se localizan en la crujía sur. Las circulaciones de pescado y de personas son independientes confluyendo únicamente en la gran sala central.
El tratamiento de estas dos crujías es completamente diferente, puesto que la zona de tratamiento de pescado y zonas de frío es un volumen muy compacto y cerrado para conseguir así un mejor aislamiento, mientras que la zona de oficinas es muy abierta para obtener la máxima iluminación natural posible.
Existe un control solar mediante unas lamas superpuestas al vidrio que protegen de la incidencia directa.
La subasta tiene lugar todos los días de lunes a viernes, excepto festivos, a partir de las 17´30 horas (en función de la temporada), momento en que pescaderos, arrieros y mayoristas toman asiento en el graderío existente para participar en la subasta, adquiriendo el producto que más se adapte a las necesidades de su negocio.
La subasta se realiza mediante un moderno sistema con el cual los participantes en la puja detienen la venta del producto cuando alcanza al precio deseado utilizando para ello, un mando a distancia, al paso de las cajas de pescado que se desplazan sobre la cinta transportadora ubicada frente a la grada.
Este moderno método de subasta agiliza el proceso de comercialización de las capturas, cumpliendo las medidas sanitarias, a la vez que es atractivo visualmente para el visitante que, desde la planta superior de las instalaciones, puede observar de primera mano este proceso, a la vez que se puede visitar la zona musealizada de este edificio.
El mar ha sido, desde la antigüedad, fuente de vida y medio fundamental de subsistencia para los pueblos del Mediterráneo. Desde épocas remotas esos mismos pueblos han sabido valorar la importancia de los recursos naturales que el mar les ha brindado, y han desarrollado una cultura y una forma de vida que constituyen un rico legado que cuidar y conservar para las futuras generaciones.
De esa cultura vinculada al Mediterráneo quizás una de las actividades más importantes sea la pesca; una tradición que aún hoy en día sigue conservando un intenso valor histórico, social, económico y natural, además de todo un amplio universo simbólico y vivencial. Un mundo de experiencias, conocimientos, saberes, técnicas y sensaciones que es preciso dar a conocer como un recurso turístico de primera magnitud.
La acuicultura es el conjunto de actividades, técnicas y conocimientos de crianza de especies acuáticas vegetales y animales. Es una importante actividad económica de producción de alimentos, materias primas de uso industrial y farmacéutico, y organismos vivos para repoblación u ornamentación.
En Águilas existen granjas de engorde de dos especies acuícolas: Dorada y Lubina, situadas entre Cabo Cope y la Isla del Fraile, beneficiándose una corriente marina que ayuda en la crianza de los ejemplares criados.
Situado en el extremo suroccidental de la Región de Murcia, lindando con la provincia de Almería por el oeste, y apenas a una hora de los Aeropuertos de Almería y San Javier (Murcia), y a hora y 3/4 de El Altet en Alicante, en un entorno único visitado desde la antigüedad por las culturas clásicas del Mediterráneo, con pecios Fenicios, Griegos y Romanos, se extiende una costa recortada que comienza al Poniente con la magnífica Playa de La Carolina, recorre una costa recortada y acantilada, como en la Isla del Fraile o Cabo Cope, y termina con las solitarias playas de Levante que se extienden desde la Fuente de Cope hasta la Galera.
La costa de Águilas se extiende a lo largo de una franja de 28 kilómetros que está repleta de puntas rocosas y recortadas, acantilados, calas y playas para todos los gustos. El municipio cuenta con 35 playas y calas, de las cuáles se hallan en la ciudad las de Levante y las Delicias, que está considerada como una de las más hermosas del litoral murciano. En dirección a Almería hay extensos arenales solitarios como los de Calacerrada, La Carolina y Calarreona, donde olvidarse del trasiego y la rutina, relajándose en estos bellos parajes.
El clima Mediterráneo, con unas precipitaciones casi inexistentes, más propias de latitudes mucho más bajas, 3.200 horas de Sol al año, y una temperatura media de 25´2 ºC, hacen que la vegetación se asemeje a la del vecino litoral norteafricano.
Las suaves temperaturas de las aguas y el buen clima reinante durante todo el año, hacen de Águilas uno de los destinos más apreciados por los aficionados a las actividades náuticas y subacuáticas. Los fondos marinos de gran riqueza de la Isla del Fraile, Cabo Cope y la Catedral son considerados como unos de los mejores del Mediterráneo occidental.
Águilas lleva escrita en su Historia la vida de una ciudad portuaria. La salida al mar para el Valle del Guadalentín, ha llevado a sus gentes a comerciar con pueblos del Mediterráneo, a potenciar su economía y a entablar relaciones culturales, que han conformado la idiosincrasia de sus habitantes. En Águilas existen vestigios remotos que llevan hasta el Neolítico, pero los restos de las primeras culturas, que muestran un interés por el comercio litoral, son fenicios y romanos. En los siglos de dominación árabe de la Península Ibérica, la zona de Águilas se vio obligada a fortalecerse con numerosas torres, que vigilaban y defendían la costa. La llegada de los cristianos en el siglo XIII hizo de Águilas la puerta al mar de la ciudad de Lorca.
Una visita inesperada en el siglo XVIII, la del Conde de Aranda y su visión de futuro, hizo que naciera el germen de la actual localidad de Águilas. Tras muchos años de luchas políticas y económicas entre Lorca y Águilas, en 1834 se nombró el definitivo Ayuntamiento de la villa. En Águilas, al igual que en muchas otras poblaciones de la costa murciana, fue muy importante durante los siglos XIX y XX la recuperación económica que supuso el trabajo en la minería y el esparto. El municipio ha sabido reaccionar a las grandes crisis de estos sectores, convirtiéndose a principios del siglo XXI en uno de los máximos exponentes turísticos de la Región de Murcia.
La primera fase del Puerto de Águilas se desarrolló durante la segunda mitad del siglo XVIII hasta casi la mitad del siglo XIX, y estuvo marcada por la recogida y comercialización del esparto y la barrilla, vegetación propia de estas tierras y de las que Águilas disponía de gran cantidad.
Después vino la etapa minera, que se desarrolló desde mediados del Siglo XIX hasta principios del XX, caracterizada por la extracción sobre todo de hierro, plomo, plata, yeso, etc., y cuya comercialización propició la creación de una línea de Ferrocarril que uniría Águilas con Lorca, capital de la Comarca del Alto Guadalentín, y con Baza, en la provincia de Almería. También la construcción del Embarcadero del Hornillo, así como el auge del puerto comercial. El Puerto de Águilas era la salida natural de las piritas y galenas extraídas del extenso término municipal de Lorca (todavía el mas grande del País), del norte de la provincia de Almería y de la zona granadina de Huescar-Baza. Cuando la explotación de mineral empezó a declinar, a principios del Siglo XX, proliferaron las fundiciones. De ellas queda en Águilas un símbolo emblemático, como es la Chimenea de la Loma. Y también la espartería, con la construcción de fábricas, en las que ya se trabajaba el esparto de forma industrial. Águilas se convirtió en los albores del Siglo XX en el principal puerto mediterráneo exportador de minerales férreos y en el primero de España en el esparto.
Este apogeo económico trajo aparejado, también un resurgimiento social y cultural. Este florecimiento ha marcado a varias generaciones de la sociedad aguileña, que se han ido configurando además bajo influencia heterogénea de las gentes que a lo largo de esta última etapa se han asentado en Águilas en busca de trabajo y bienestar. Este renacimiento de la cultura aguileña en este último Siglo se ha mostrado fundamentalmente a través de sus diversas sociedades culturales (Casino, Ateneo...) teatros (Circo, Lanuza, España, Reina Victoria, Ideal...), balnearios (Patria Chica), publicaciones periódicas locales (El Puerto, El Pueblo, Águilas Ilustrada, Águilas Nueva, Vida Aguileña). Muchas de estas manifestaciones socio culturales llegaron a solaparse en el tiempo, demostrando que Águilas era un municipio incipiente. De este periodo destaca igualmente, la construcción del Campo de Fútbol "EL RUBIAL", que junto con los de Huelva y Bilbao son los primeros de España, tres ciudades en las que los ingleses asentados como vecinos no sólo han dejado esta afición deportiva sino también construcciones urbanísticas propias de sus latitudes.
La actividad pesquera en el litoral regional parece remontarse a tiempos prehistóricos. Los hallazgos arqueológicos revelan la existencia de arpones, lascas y restos óseos de moluscos encontrados en los yacimientos y cuevas distribuidas por nuestro litoral, desde Cabo de Palos hasta Águilas. Pero es a partir de la época púnica (siglo V a. de C.) cuando se tiene noticia de esta costa como lugar de comercio y de pesca, experimentando un importante desarrollo gracias a la introducción de las técnicas pesqueras por parte de los fenicios.
En aquella época, el enclave portuario fundamental era Cartago Nova, la actual Cartagena, tanto por su situación como por las condiciones naturales de su bahía, que lo convirtieron en uno de los puertos más seguros de todo el Mediterráneo Occidental. Puede decirse que en época fenicia, ya se practicaba la pesca con almadraba, sobre todo para capturar los poderosos atunes que discurrían por estas cálidas aguas.
A partir de la pesca del atún y de la abundancia de salinas en el litoral nace la industria de salazón de pescado y de elaboración del Garum, lo que permitió un desarrollo de la actividad de toda esta zona del Mediterráneo, fortalecida unos años más tarde debido a la colonización romana.
La expansión del Imperio transformará en enclaves portuarios otros puntos de este litoral como Portman (Portus Magnus), La Azohía o el Puerto de Mazarrón, convirtiéndolos en embarcaderos para la exportación de metales y minerales, esparto, salazones y garum.
El litoral de la Región de Murcia desarrolló una importante infraestructura naval y pesquera durante los siglos sucesivos. Las comunidades de pescadores se convierten en un fenómeno característico de esta costa, sobre todo a partir de la Edad Media, cuando se empieza a regular y gestionar la pesca como fuente de explotación económica.
En el Fuero de Murcia de 1266, Alfonso X el Sabio reconocía la riqueza de la pesca en el Reino de Murcia al otorgar las licencias de pesca en el litoral, así como la concesión de puntos de venta de pescado. A partir de los siglos XV y XVI, se constituyen las primeras Compañías Mayores de Pesquera, denominadas más tarde Cofradías, lo que viene a significar una toma de conciencia por parte de la población pesquera del litoral por asumir las competencias de explotación de este medio de subsistencia. La pesca sigue siendo un negocio floreciente durante el siglo XVIII gracias al perfeccionamiento de las técnicas para aumentar las capturas procedentes de Francia a través de la costa catalana y valenciana. Aún hoy se siguen utilizando esas mismas artes: palangres, nasas, boliches, pesca de arrastre por parejas, etc…
En el siglo XVIII, el Puerto de Cartagena recobra una importante actividad marinera; al mismo tiempo se funda la actual Águilas, como la ciudad de San Juan de las Águilas en el vértice más occidental de la costa murciana. En la segunda mitad del siglo XIX, se potencian los embarcaderos de Puerto de Mazarrón y San Pedro del Pinatar, vinculados con la actividad minera y con las salinas, respectivamente. Con el paso de los años, Cartagena, Águilas, Puerto de Mazarrón y San Pedro del Pinatar se convertirán en los puertos pesqueros por excelencia de la Región y en los que habían de albergar su flota pesquera.
A pesar de todo, durante el siglo XVIII, la pesca experimentó una aguda crisis en todo el litoral, situación que se racionalizaría durante el siglo XIX con periodos de bonanza alternados con otros de regresión que continúan perdurando durante el XX, paralelamente con la escasez de los recursos naturales de los cuales se nutre esta actividad. En la Región de Murcia existen un total de 296 embarcaciones autorizadas para la pesca e inscritas en los puertos base de Águilas, Cartagena, Mazarrón y San Pedro del Pinatar. Las especies capturadas más habituales son la alacha, jurel, boga, bacaladilla, lecha, dorada y magre. Los tipos de artes empleados se pueden clasificar, fundamentalmente, en artes menores, de arrastre, de cerco, palangre de superficie y almadraba. A día de hoy, la pesca en el litoral de la Región de Murcia se nos sigue mostrando como una actividad tradicional que, a pesar de incorporar los avances tecnológicos más significativos, continúa conservando el mismo sabor y valor simbólicos que durante siglos ha tenido. La pesca litoral o de bajura sigue dominando en nuestra costa y sus puertos pesqueros, sus lonjas y, en general, toda la cultura vinculada al mar da buena prueba de ello.
Contemplada en la actuación del Plan de Competitividad Turística “Águilas, el Mar y la Pesca” denominada “Habilitación del Área Pesquera del Puerto”, esta ruta turística plantea un recorrido a lo largo del Puerto de Águilas, con la construcción de un paseo de unos 335 metros lineales sobre el muro de la escollera, debidamente iluminado, en el que se alternan 4 miradores equipados con mobiliario urbano, desde los que se divisan unas espectaculares vistas del Puerto de Águilas, la Bahía de Levante, el promontorio del Castillo de San Juan de las Águilas y mar abierto.
Tras el recorrido que plantea la ruta, el turista o visitante tiene la oportunidad de visualizar en directo el proceso de la subasta, tras la llegada de los barcos de pesca a puerto, así como conocer el mundo de la pesca y su historia en la zona musealizada de la 1ª Planta de la Lonja. La Exposición de la Historia de la Pesca, se puede visitar de lunes a viernes de 09:00 a 19:00h, pudiendo combinar su visita a la subasta a partir de las 17:00 y, su zona musealizada.
El arraigo marinero se traduce también en otros platos como las parrilladas (calamares, gambas, pescadillas y salmonetes) o los escabeches de bogas o caballas (pescado conservado en una salsa de aceite y vinagre), los boquerones en adobo de ajo, vinagre y pimentón, la lubina al ajo pescador (con pimienta, sal y zumo de limón), pez espada en adobo, arroz con bogavante, ensalada de pulpo, caldo de pescado y un largo elenco de delicias para descubrir la esencia gastronómica marinera de esta tierra.
Águilas tiene una cocina ancestral, muy variada, con un gran contraste de sabores, basada en los productos del mar y de la huerta. Los platos suelen estar muy condimentados, notándose en casi todos ellos la influencia de la cocina árabe, especialmente en los postres. Como «productos estrella» destacamos el salmonete, la gamba, el tomate y alcaparra.
El visitante tiene en Águilas la oportunidad de disfrutar de una cocina con personalidad, popular, fácilmente identificable, en la que destacan platos realizados con productos del mar y la huerta, como «El Caldo de Pescado», «Los Escabeches», «el Ajo Colorao», «Ensalada de Pulpo», «Arroz a Banda», «Ensaladica Cocida», etc… .
De esta manera, en nuestra localidad destacan platos típicos como las Migas, cocido, ensalada de pulpo, asado de pulpo, frituras de pescado, arroces, caldos marineros, ajo colorao, moragas de sardinas y caramel, o escabeches de boga, conforman la gastronomía, la aguileña, similar a la de otros pueblos de nuestro entorno que basan su tradición culinaria en los productos del mar y la huerta. En el caso de Águilas se utilizan como productos destacados el salmonete, la gamba, el tomate y la alcaparra.
El arraigo marinero se traduce también en otros platos como las parrilladas (calamares, gambas, pescadillas y salmonetes) o los escabeches de bogas o caballas (pescado conservado en una salsa de aceite y vinagre), los boquerones en adobo de ajo, vinagre y pimentón, la lubina al ajo pescador (con pimienta, sal y zumo de limón), pez espada en adobo, arroz con bogavante, ensalada de pulpo, caldo de pescado y un largo elenco de delicias para descubrir la esencia gastronómica marinera de esta tierra.
Águilas tiene una cocina ancestral, muy variada, con un gran contraste de sabores, basada en los productos del mar y de la huerta. Los platos suelen estar muy condimentados, notándose en casi todos ellos la influencia de la cocina árabe, especialmente en los postres. Como «productos estrella» destacamos el salmonete, la gamba, el tomate y alcaparra.
El visitante tiene en Águilas la oportunidad de disfrutar de una cocina con personalidad, popular, fácilmente identificable, en la que destacan platos realizados con productos del mar y la huerta, como «El Caldo de Pescado», «Los Escabeches», «el Ajo Colorao», «Ensalada de Pulpo», «Arroz a Banda», «Ensaladica Cocida», etc… .
De esta manera, en nuestra localidad destacan platos típicos como las Migas, cocido, ensalada de pulpo, asado de pulpo, frituras de pescado, arroces, caldos marineros, ajo colorao, moragas de sardinas y caramel, o escabeches de boga, conforman la gastronomía, la aguileña, similar a la de otros pueblos de nuestro entorno que basan su tradición culinaria en los productos del mar y la huerta. En el caso de Águilas se utilizan como productos destacados el salmonete, la gamba, el tomate y la alcaparra.
El Centro de Interpretación del Mar de Águilas, actuación contemplada en el Plan de Competitividad Turística “Águilas, el Mar y la Pesca” y confinanciada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Águilas, ha abierto sus puertas recientemente, ofreciendo al visitante la información y herramientas necesarias para comprender y disfrutar del patrimonio natural y cultural marítimo de Águilas, entendido, tanto como un Centro enfocado a la mejor percepción y protección de los recursos y la cultura del mar, como de un equipamiento para revalorizar los atractivos de la ciudad, redirigiendo al visitante hacia otros puntos de interés y parajes naturales.
El objetivo es ofrecer una visión panorámica del mar de Águilas, buscando el compromiso necesario del público para proteger su futuro: paisajes, biodiversidad, oficios, tradiciones... todos ellos requieren un mayor conocimiento y respeto por parte de la sociedad, ayudando en este proceso a revalorizarlos y protegerlos.
El Centro de Interpretación consta de 3 espacios bien diferenciados, como son la zona de museística ubicada en un local de 400 m2, el “José y Josefa”, embarcación de pesca de arrastre real de más 20 metros de eslora que hace de nexo de unión entre los 2 edificios principales, y el edificio de los acuarios, formado por un tanque de agua marina de grandes dimensiones (30.000 litros), que albergará a especies autóctonas, 3 tanques de 3.000 litros cada uno, que contendrá especies mediterráneas también, así como otros 9 acuarios temáticos de algo más de 500 litros con especies de animales y plantas del resto de mares y océanos del mundo.
Por último, la Casa del Pescador es un espacio que con un marcado carácter etnológico recrea una vivienda típica de pescadores ambientada en la década de los 50 del siglo pasado, en la que el visitante podrá conocer, no sólo como eran los hogares de los pescadores de la época, si no la forma de vida y los utensilios utilizados por estas familias en su vida cotidiana.
El Centro de Interpretación del Mar – Aquarium Águilas no se trata de un Museo, ni un Punto de Información Turística, ni un Taller Educativo, ni un Equipamiento de Ocio, pero sin embargo debe cubrir parcialmente la función de cada uno de ellos, combinándolas de manera que el visitante disfrute aprendiendo acerca de las características locales, y pueda interpretarlas una vez redirigido hacia su expresión real en el exterior.
En este caso, se pretende revalorizar tanto el incomparable patrimonio natural de la costa aguileña, como su importantísima tradición pesquera, así como todas aquellas actividades y oficios relacionados íntimamente con el mar.
En su aproximación al CIMAR, el visitante se encuentra con un edificio moderno de un color azul intenso, coronado por la figura de un barco de pesca de arrastre, el José y Josefa, que fue cedido por la familia de pescadores “Gómez León”.
Es una embarcación de pesca de arrastre real de más 20 metros de eslora, que hace de nexo de unión entre los 2 edificios principales y el edificio de los acuarios.
Como atractivo destacado dentro del centro, contamos con los Acuarios, equipamiento que aporta la posibilidad de disfrutar de las distintas de especies de nuestro litoral, dotando al conjunto de un foco de espectacularidad y belleza singulares.
Como centro de sensaciones, gracias al ambiente y la iluminación, los acuarios cobran un protagonismo total, irradiando ritmo y misterio en un habitáculo de iluminación tenue, permitiendo la visualización de las distintas especies y ecosistemas descritos en sala, y ofreciendo una imagen lo más fidedigna posible del complejo funcionamiento de los sistemas y el comportamiento de sus especies. Un total de 9 acuarios tropicales de más de 600 litros, que muestran los diferentes ecosistemas que podemos encontrar en otros mares y océanos, donde predominan especies de flora y fauna de gran belleza y espectacularidad.
Posteriormente descendemos a través de una rampa a un nivel inferior en el que se encuentran el resto de acuarios mediterráneos, dos de ellos de 3.000 litros, y el acuario de mayores dimensiones, con un volumen de agua de 30.000 litros, que muestra una amplia representación de peces e invertebrados de nuestro litoral, donde podemos encontrar peces como pequeños escualos, rayas, serránidos o anguiliformes, como congrios o morenas, junto a moluscos, crustáceos y equinodermos.
Plan de Competitividad Turística "Águilas, El Mar y la Pesca" proyecto confinanciado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Águilas.
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